14/05/12 Escenas

Todo verde, de Santiago Loza


  
En otro posible capítulo de una serie de unipersonales femeninos de Santiago Loza, María Inés Sancerni encarna a una repostera solitaria, dirigida por Pablo Seijo. / Por María Milessi
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La vida de una pastelera de pueblo da un giro con la llegada de otra mujer, que trae mundo exterior y abre apetitos escondidos. Esta repostera de tradición familiar siente haber vivido muerta hasta conocer el amor, aunque ni se atreve a admitirlo. Todo lo guarda, reprimido, y lo lleva a esa “oscuridad fresca” que atesora. De esta forma, apunta a determinados elementos de la realidad para descargar toda su ira. Por eso, un loro boca sucia puede terminar en el piso en una abstracta mezcla de colores rojo y verde. A veces se pierde, su mente queda en blanco, momentos en los cuales no se hace cargo de sus actos. Como en el final, ese que no se atreve a contar, cuando ya todo “da igual”. La obra dialoga con Dogville (de Lars Von Trier): una mujer nueva llega al pueblo e irrumpe con su misterio en la rutina y la rigidez cotidiana, sus habitantes la incorporan juzgándola, pero deseando poseerla. La actuación rebalsa sensualidad, una mujer desesperada por amar y ser amada. Una silla, una actriz, una puerta y la luz que entra. La economía de recursos agudiza la sensibilidad y la percepción, por lo que cada mínimo gesto provoca y dispara el imaginario. La mano que se posa en la pierna, que acomoda la falda, que se apoya en la pared buscando sostén. Dos mujeres contadas por una sola actriz, sintética y eficaz, sin composiciones ostentosas. Basta un cambio en la mirada -fija en el interlocutor o bien esquiva- y una modulación en la voz para construir dos tipos de mujeres casi opuestas.
La dramaturgia brilla por la comprensión del mundo femenino y la inteligencia con la que está dosificada la información: capas y capas de detalles y situaciones vívidas que generan suspenso. La dirección está impregnada en cada elemento, pero se invisibiliza y por esto es eficiente. María Inés Sancerni evoca con el relato imágenes nítidas y acción dramática con un ritmo atrapante. Casi  todo lo que se cuenta está omitido, no representado, y eso hace que la experiencia transcurra en la película que se arma cada espectador, que recuerda el enorme placer de usar la imaginación.
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Todo verde
De Santiago Loza. Dirigida por Pablo Seijo.
Con María Inés Sancerni.
Todos los jueves a las 21 en el Elefante Club de Teatro, Guardia Vieja 4257. Reservas: 4861-2136.

Disponible en: http://www.losinrocks.com/escenas/todo-verde-de-santiago-loza